lunes, 8 de agosto de 2011

A un posible efímero


Y de nuevo... enseñar a besar, o dejar que me sorprendas y me enseñes tu modo, que me cuentes que también has estado enamorado, o advertirte que no lo hagas conmigo; mostrarte el camino de mi extraña rebeldía, o que me lleves al extremo de la tuya; que me vuelvas loca entre tus brazos, o me muestres su inocencia...
Nada me importa, quiero dejarte ver mi ternura, pero que conozcas que en mí existe la fortaleza y me ayudes a controlar lo rudo de mis palabras, quiero no soportar, sino respetar todo lo que hagas, a sabiendas de que voy a esperar lo mismo de tu parte, que me gustan los cuidados, más no la sobreprotección porque esa, lejos de hacerme sentir cuidada y querida, me hace creer que me encierras y no me dejas crecer por mí misma, quiero ser yo y que me quieras por eso, y quiero que seas tú para quererte con todo y tus defectos, quiero no que nos juzguemos, mas quiero sí que nos ayudemos a crecer. Ahora ven, antes de empezar vamos a conocernos, y no me muestres sólo lo mejor, déjame verte real para que hoy me encariñe con tu franqueza, y para saber desde ahora por qué nos vamos a separar...

1 comentario:

vic dijo...

otra vez gua, me uimopacta no son flores para ti eres cuentista brevisima sin albur sin groseria debieras haber nacido siglos atras y utlizar el castellano de miguel de cervantes
vole en tu parrafo y pense y me dije para mis adentros y me conteste para mis afueras: esa mina no debiera de pedir consejo, no creer en nadie , pide ser libre, es libre, es fatal, chiquilla loca, cochinada de mina, ya siento que la quiero, y siendo una escuincla ya habla de amor, de sentimientos nobles.pero no sufre.pero tampoco grita de felicidad.